La práctica médica y la práctica clínica son muy variables. Una de las formas de disminuir esa variabilidad es encontrar evidencias sobre las actuaciones más eficaces, efectivas y eficentes. Ese es el objeto de la Medicina Basada en la Evidencia (o Medicina Basada en Pruebas, o Asistencia Basada en Pruebas...). El resultado de su aplicación sería la Salud Mental Basada en la Evidencia (SMBE).
Desde esta web no podemos hacer otra cosa que derivar a las personas interesadas a la que creemos web de referencia a nivel estatal: psicoevidencias.es, sin duda alguna, un excelente instrumento de conocimiento de la SMBE, a cargo del Grupo de Gestión del Conocimiento del Programa de Salud Mental de Andalucía, a quienes felicitamos por el esfuerzo puesto en ella y en su actualización:
Por si fuera poco, este mismo grupo ha elaborado un Manual de Salud Mental Basada en la Evidencia que, aunque lo denominen básico, es muy completo:
Y cuidado con la evidencia, porque a veces es totalmente contraria a los pilares básicos de nuestras creencias como profesionales de la Salud Mental. Como por ejemplo, respecto al tratamiento farmacológico y la recuperación de pacientes con esquizofrenia...
Existen varias revisiones sistemáticas sobre la eficacia de los antipsicóticos de 1ª generación vs. 2ª generación. Facilitamos dos de ellas: una es un metanálisis recientemente (octubre de 2012) publicado en la revista norteamericana Annals of Internal Medicine, y una revisión sistemática, esta vez española, de evaluaciones económicas de estos psicofármacos a cargo de la Universidad Pompeu Fabra. Dejamos que cada cual descubra sus conclusiones...
Facilitamos alguna información más sobre Salud Mental Basada en la evidencia: un monográfico que ya en 2005 le dedicó al tema la revista Cuadernos de Psiquiatría Comunitaria; un artículo donde se analiza “la (curiosísima) relación entre la Medicina Basada en la Evidencia y la práctica psiquiátrica en nuestro entorno”; una nota informativa del Servicio Canario de Salud que nos sirve de ejemplo sobre cómo los servicios de salud utilizan los datos sobre la efectividad, consumos y evaluaciones económicas para orientar la prescripción farmacológica. Por último, en 2010 la Escuela Nacional de Sanidad publicó un documento sobre webs y buscadores en salud. Facilitamos su actualización de abril de 2012.
Por último, dejamos el enlace (pinchando en la imagen) a uno de los documentos más completos sobre Atención Sanitaria Basada en la Evidencia, editado por la Consejería de Sanidad murciana.
Y, a cuenta de la siempre polémica traducción al español de 'Evidence Based Medicine', dejamos el enlace a un artículo en el que el psiquiatra Francisco Acosta Artiles, del Servicio Canario de Salud, propone una traducción diferente, más ajustada al sentido que posee en su inglés original.
Puedes consultarlo aquí.